CuentosReflexión

La Gárgola

“Imagínate que te sientes desanimado, triste,… y un día te das cuenta de que llevas una gárgola en tu hombro. Como las gárgolas son de piedra, esta gárgola te pesa mucho, te hunde y te dificulta moverte para realizar cualquier tipo de actividad. Pero además, esta gárgola habla y te está susurrando constantemente al oído. Pero es fría, dura y no tiene corazón así que los mensajes que te da son siempre negativos, humillantes, te culpabiliza por todo. Si te encuentras mal, la gárgola te dice que te sentirás siempre así, y lo peor es que crees todo lo que te susurra y te hace sentir cada vez peor. Será imposible no escucharla, pero si aprendes a identificar cuáles son sus mensajes, sabrás que son opiniones de la gárgola, y dejarás de creer en ellos. La gárgola gritará más para convencerte, pero con el tiempo, si no se siente escuchada tal vez se marche de tu hombro.”

Te invito a que la dejes de escuchar.

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