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El inconsciente Arcaico

Hoy en día, no pensamos mucho en esta clasificación o en esta jerarquía que puede parecer anticuada o incluso fútil para algunos. Simplemente, no se enseña suficientemente en las escuelas o en las facultades.

Bien instalados en nuestro confort, hemos olvidado este ingrediente psico-comportamental y fisiológico que nos dirige, a pesar de todo, en todos los actos de nuestra vida cotidiana por una razón muy simple y lógica: el buen funcionamiento de estas instancias instintivas arcaicas es el aval de nuestra supervivencia sobre la tierra. Sin ella, ya habríamos desaparecido hace tiempo. Sí, ellas nos dirigen a nuestras espaldas, ya que hoy en día, podemos permitirnos vivir y no solamente sobrevivir como debimos hacerlo durante millares de años. Estas memorias instintivas o estos códigos fisiológicos, funcionales y comportamentales, fuertemente asociados e interdependientes, están enterrados en las “profundidades de nuestro inconsciente”, ya que todo ocurre sin la intervención de nuestra mente, de nuestra consciencia.

¿Han tratado acaso de controlar su ritmo cardíaco mientras son víctimas del flechazo eléctrico de un encuentro inesperado? Así mismo, ¿vigilan ustedes constantemente su tasa de azúcar en la sangre y de ácido clorhídrico durante una comida en una fiesta? o, mejor aún, ¿han tratado de ejercer su talento de coreógrafos(a) para dirigir el ballet milenario en donde están cronometrados a la milésima de segundo los pasos de la fabulosa danza ancestral que une los genes y los cromosomas de la pareja mítica formada por un valeroso espermatozoide y un encantador óvulo después de la fecundación?

Nuestro funcionamiento íntimo, biológico y psíquico, está ligado a los diversos instintos de conservación que nos

Estos están activos en permanencia a nuestras espaldas.

Estos instintos de conservación están estrechamente relacionados con dos sistemas de protección.

El sistema biológico/celular llamado de defensa, dicho de otra forma, el sistema inmunitario, está compuesto por todo un arsenal de células y de moléculas bioquímicas gracias a las cuales estamos protegidos de las agresiones físicas de origen externo, microbianas de toda especie. Así, detecta los alérgenos a penas entran en el organismo, los destruye y los inscribe en la memoria en el seno de ciertas células especializadas. Podemos hablar fácilmente de memoria celular, abundantemente utilizada en la insensibilización alérgica y en la vacunación.

El sistema físico de protección, por una parte, nos ayuda cuando nos vemos enfrentados a las “agresiones físicas de origen interno, esencialmente representadas por nuestros demonios internos. Por otra parte, nos permite absorber y tratar mejor las agresiones desestabilizantes de origen externo cuando nos vemos enfrentados a las actividades conflictivas que nos invaden cotidianamente.

En total y a nivel fisiológico, podemos sacar una constante dependiendo del tejido afectado por la enfermedad. De esta manera, un cáncer digestivo estará fácilmente connotado por una problemática de supervivencia arcaica, mientras que un cáncer del seno estará dominado por una problemática basada alrededor de la protección de los hijos y de la familia. Bajo un mismo punto de vista, una enfermedad osteo-articulatoria estará más relacionada con una problemática de prestación física y un eccema tendrá mucho más que ver con una problemática que incluye las relaciones humanas.

Extracto tomado de los siete principios básicos de psicosomatica clinica humanista de mi gran maestro el Dr. Salomon Sellam. 

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